Sí, caminando.
Y con el corazón en la mano,
en mi puño cerrado
que lo hace pedazos,
pedazos que son migas
que se funden en la calle
porque ya no sé si quiera saber el camino
de regreso, de retroceso.
Ahora me queda el humo, como siempre
de mis pensamientos.
y mi romance con el viento frio, soledad
que soy yo y mis ropas,
desnudas a la izquierda de mi pecho,
vistiendo lo que son los huecos,
de mí, de este cuerpo.
Ya has quedado en el confortable fango,
las risas siempre son más fáciles
que los amores frágiles,
que el andar trajinoso de los antiguos dias
y la siempre estúpida poesía.
(que anda buscando besos y sombras donde no hay labios ni luz que alumbre)
-Y hoy fue verde el hombrecito de la calle, pero perra vida, perro verde-
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