martes, 20 de julio de 2010

Lejos de la ley

Tengo una escopeta que vive cargada

Almuerzo en la montaña

Todo cabe en un grito, toda la historia, toda la histeria

Arrepentido de no haber rugido con los Jaguares

En las armas secretas nos encontré

Sobre una Mesa, aullando humo a las estrellas

En la Alpujarra, saliendo humo de mis cuerdas
(saliendo uno de mis venas)
Si lo vi, ahora puedo
Si lo ví ahora, vuelvo
A la cura la recuerdo
La locura la haré-cuerdo

Ahora entiendo a Johnny Carter, el métro, el tiempo
"podríamos vivir mil veces más de lo que estamos viviendo por culpa de los relojes"


También me gustó estar al lado del camino
Contigo o sin tí

Una discusión al respecto, por supuesto
Un mal entendedor porque simplemente no quiere entender
La piedra en la cabeza, el llanto, la parafernalia

El puño que no evitas lo recibes, sencillo
si no ahora, luego
sueño ahora, juego
en la amistad se cicatriza de esta manera
estigmas en la espalda, rabia, perdón, risas

Descubro uno, Desnudo dos, Engancho trés
Olvido uno, Espero dos, Escribo trés
El cinco, mi favorito, lo descuidé

Dónde quedó la poesía?
Un anzuelo en la encía


Ley seca, saca a secar las noches


El tiempo detenido por un segundo, cada segundo
dos latidos en uno.

El sueño, me lee el deseo que es ceniza
me lee la duda, díceme que no es mentira.
(bendíceme blanca espuma)

El peligro sigue pasándome de lado, me roza
quizas por eso aún confío.


Comimos fuego, tragamos humo
largas charlas confusas, difusas


Viaje, el viaje es siempre la mejor parte
Será a ti a quién recuerda el paisaje
la velocidad, la letanía, el duro regreso,
el mareo respirando la herida.

Rios de alcohol en Madrid
la familia es un pedazo de ser y no ser
un colchón lejano, suave y preciso
Vino? Vino. Whisky? Whisky.
Convino el vino que combino con Whi, cielo.


Tenía razón con Invisible
El hombre visible en la noche invencible
Volver al cuerpo a deshora, temprano
Volver al lecho extasiado
y no sentir su verso extraño, su belleza amorfa.


Lejos parecía estar el viaje de regreso
cuando por entre nubes mi ser rugía
de calma, clamando al sol por otro día
buscando la edad, él solo, no más eso.


Se suspende el tiempo de las sandalias
del fuego en los hombros
de las tardes a patadas

Aneth, te encuentro de nuevo
jugabas a la rayuela
intentando llegar con un solo pie
al cielo
en el suelo.

Y ahora, cerca de la ley..

"No hay nada mejor, no hay nada mejor
que casa."
Y la voz que me acerca
Y de todo lo que me aleja.