lunes, 13 de septiembre de 2010

Estrabismo

Y así, vamos dejando de ser las palabras que un segundo fuimos y vamos avanzando quién sabe en qué dirección, quién sabe cómo, quién sabe hacia donde..

Es menester hablar solo, cantar
Es menester andar solo, estar
Es menester callar, sólo para hablar
Es menester parar, sólo para andar

A mi me gusta jugar con las palabras que pones en mi ingenio y ser ingenuo de las miradas que pones en mi genio. Me gusta esta ambivalencia que sentimos cuando no nos entendemos, me disgusta, también. Me gusta la contradicción porque alimenta mi concepción acerca de las palabras. Me encanta cuando se me pegan al malabar del imaginario. Me encartan cuando se me pegan al paladar-delirando.

Me gusta sentarme en cualquier espacio, colocar mis ojos entre la vida que pasa despacio y seguirla hasta donde me den las garras, mezclarme en todo con la huida de los otros que van al lado, sentir que mi mente es un ser alado con el deseo de servir al desvariado, desgraciado, inutilmente torpe que puedo ser yo, que pueden ser varios, que puede ser Nadie.

Ahora que asistimos a oir lo que la ley tiene por decir..pero la ley se agota, la ley que acota.
Esa ley que nos ensenó a muchos de la perversión, esa ley que nos hizo pensar que no podemos convivir en "estado de naturaleza", pero en cambio, podemos vivir con ella. Una ley creada por los mismos actores del conocido conflicto, egoistas disfrazados con la bandera del altruismo. Una ley que ha corrompido nuestra conciencia desde sus propias entranas, ley que se ense;a, se dicta, se propaga, pero que también se impone, se acata, se manda. Ley que ha jugado con las más hermosas palabras y las ha convertido en significantes vacios, en escenarios herméticos para todos y elásticos para sus progenitores y parientes-estudiosos de sus lazos de sangre.
Una ley que no es la que me dicta el instinto, una ley para un ser distinto.

Me urge hacerle saber que mi ley es la vida que me come, la vida que me como y la vida que que me queda por comer con ella, esa vida que no tiene signos de puntuación, esa vida que nos aleja tanto de todo y nada que hace pensar que huir es permanecer a su lado.

Y pasar de la poesía para contarle las historias más insolitas aunque no sepa contar.

Y aunque sé imperfectamente lo dificil que es amar a una mujer que le guste Sabina, quiero tomar el riesgo sólo para darle gusto a todos mis sentidos, la vista, el olfato, el tiempo, el silencio, el sueño, el deseo....y pronto vendrán otros, el tacto, el gusto, la audición, el llanto, el desengaño.

Pero Cómo contarle mi historia? De qué manera atravezarme en medio de su vida, parar el tráfico y decir alguna palabra, cualquiera. De qué manera abrazarla, De qué manera mirarla en rojo por tanto tiempo que ya no necesite palabras ni abrazos..cómo cortar los lazos que aún no existen, cómo jurar que existe.