Trés treintaitrés

Sí, caminando.
Y con el corazón en la mano,
en mi puño cerrado
que lo hace pedazos,
pedazos que son migas
que se funden en la calle
porque ya no sé si quiera saber el camino
de regreso, de retroceso.
Ahora me queda el humo, como siempre
de mis pensamientos.
y mi romance con el viento frio, soledad
que soy yo y mis ropas,
desnudas a la izquierda de mi pecho,
vistiendo lo que son los huecos,
de mí, de este cuerpo.
Ya has quedado en el confortable fango,
las risas siempre son más fáciles
que los amores frágiles,
que el andar trajinoso de los antiguos dias
y la siempre estúpida poesía.

(que anda buscando besos y sombras donde no hay labios ni luz que alumbre)


-Y hoy fue verde el hombrecito de la calle, pero perra vida, perro verde-

Recordar, lele

No más palabras!

Tú "me quieres mucho"
Yo te quiero siempre.

Tú siempre estás "bien"
Yo procuro estar siempre.

Pero Yo no siempre soy lo que crees,
eso es porque no soy lo mismo cuando amanece.
(Y menos cuando anochece.)

Tú "no entiendes" cuando Yo simplemente escribo,
debe ser que el sentimiento no consiste en palabras,
pienso, pues, que el amor que me impulsa es genuino.

Siempre estamos empezando y siempre estamos analizando algo, desmenuzando, mirando de reojo, esperando.

El problema está en el Yo y el Tú que no pudieron unirse y dejar de ser palabras, materializarse en la acción del "nosotros". Debió ser el miedo a ahogarse, pero también el de desnudarse.

El problema entre los dos está en las explicaciones que exige el querer más,
el problema está en las palabras, esas mismas que aniquilamos con abrazos a la salida de tu casa y que odian que la luz diga que el siempre prudente ascensor aguarda.


Le robo sus palabras y digo que "todavía hay gente que vale la pena, y ahí está ella..." siempre expectante, suave y pensativa. Con esos sueños locos que viajan por sus labios y los mares de sus ojos a la deriva. Siempre está ella, igual en mi cabeza pero seguramente distinta en su mundo cuando amanece.





(y las comillas no significan que no crea, ahora me encamino afanosamente a creer en todo lo que dices y ya no pienso en lo que creo que pueda pasar, simplemente me gusta creerte aunque aveces se te salga por el mismo afán)

Gira

No pretendo cubrir mi corazón con un escudo
simplemente transpiro bajo un simbolismo

ser, el momento de correr, no estoy perdido, no me escondo
sólo huyo de mí, del tedio y del tanto pensar
de los dias vacios de tanta gente
de esas noches que siempre llegan
de la inconsciencia y el conformismo,
del hábito y la espera
de los besos que no fueron
de los versos que debieron ser
de mi sombra y su silencio agobiante
de los goteros que vierten mi sangre.


Voy por el suelo verde y puro
siguiendo y pateando al mundo inmundo
ese mundo que inyecté en un pedazo de cuero
muros que rompe el juego cuando comienza el tiempo.


Sólo respiro y corro en apariencia
pero cada vez es una lucha nueva,
un deseo y desahogo, mi más duro vicio
cualquier odio incierto es mero prejuicio.