sábado, 9 de febrero de 2008

El cielo también se enamora

Se emborracha de ausencia
y el tiempo pasa la botella
el clima en la esquina agonizando
llora a gotas un amor
que de belleza se ha embrigado
el sol entra en extasis
abrazado de la luna a su lado
Grita el día y sube a la cima
allí lo espera su lira virgen
fumando la niebla
cerrando los ojos
de las ajenas estrellas
que danzan en armonía
delirante vacio el qúe la música ha traido
y Tú como siempre poniendo un punto seguido
El silencio pasea inadvertido
y advierte cada movimiento, cada gesto
de cada corazón en cada rio de alcohol
que se derrama en las paredes oscuras
donde se encuentran las nubes
que no son más que el humo del cigarrito
de uno que otro músico o poeta
perdido en un viaje sin destino
Y entra el olvido a la sala
con diez botellas de vino
que vino el camino?
que canten los grillos!

Qué trajín de porvenires, vomita el cielo las cabezas, de tedio y embriaguez, asi nace el alba que se dibuja al partir la noche de la redada y asi, entre desmayos y borracheras aparece el sol rojo y enfermo asomándose en el horizonte, recuesta su quijada justo en la orillita de la mar y se levanta alto, fuerte y orgulloso para demostarle a su amada que aún mantiene prendida la esperanza de verla en algún rincón de alguna noche y abrazarla para beber de su cuello cuando se prende a él.

Convino, el dolor
Convivo, soledad
Combino, la ilusión
Camino, con su voz.











"me bebí la razón, me fumé el corazón"

1 comentario:

Xana dijo...

¿El cielo también?
No sé si a sabiendas o sin querer , pero me encantó el detalle de que se cayeron algunas letras , como si de verdad ellas estuviesen encharcadas en alcohol.
¿Amaneció? Camina.