domingo, 17 de febrero de 2008

Respiro de palabras (aliento de viento)

Porque aún sube la sangre herviente hasta las cienes, revolcándose nerviosa con esa velocidad que duele, dueles en él cuando enfria mis palabras esas que osas escuchar y que aún no les cojo la pata, para que apoco te escapes como lo hace el vicio de mi cuerpo y contigo secuestrar la luna que me quita el sueño.

déjame sólo en medio de la gente, yo seguiré fumando de tu voz para aderezar los maltrechos callejones que se cuecen -en mi interior- dónde la lluvia es sangre que huele a tu veneno, jauría de víboras fervientes dispuestas a perseguir hasta el acoso a mis anhelos...aún leo en tus palabras y puedo recuperar esa llama, el recuerdo de lo que quiero pues son antídoto efectivo contra este demonio que llevo dentro.

Mareo, los bufones de la torpeza danzan en mis adentros, cómo se mofan de las palabras, cómo las cuecen al techo, mis sueños son pocos y quiero sentir la furia del tambor, el latir de su existir, el llanto de la vanidosa guitarra que me hace partir, las otras voces que no son la suya y juegan a hacer sentir, recorrer mi piel como si fuera ella, acabar en el suelo fuera de mí.

Ahora calla, déjame sentir, deja que el mundo se silencie y se olvide de tí, no quiero poseer nada más que los atardeceres entre tus pupilas o el alba reflejada en las mias al desprender tu sonrisa.
no quiero dedicar palabras solo quisiera poder desatarlas de la nube de humo en la que se envuelven cuando ella abre el pecho y susurra al viento lo que siente.

Salta, al vacio para llegar al cielo, sube, hasta la profundidad del mar, ahi donde quiero oirte, ahi donde quiero verte cuando voltees el mundo para mirarlo sonriente.

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