jueves, 8 de enero de 2009

Apologia a la Botella I

Me dices que qué bebo
-bebo vino mujer, tu aliento.
Por qué bebes?
-para quemar el hielo en el pecho...

Ahora si, te veo más clara Ahora que mi sangre hierve desnudo me anuncio bajo el lumen tuyo y palabreo y Ahora me miras y no se si quiera salir Ahora de tu retina. He llegado al fondo de la botella pero Ahora si que estás en mi. ( sus 5 A-horas)

Tengo un cuerpo vacio y desnudo entre los dedos
y tengo su sangre bajando por la garganta
Tengo un cuerpo imponente clavado en la mirada
y una sed de vida y locura implacable.
Tengo un pase para una boca añeja
pero me faltan las palabras que me roban los labios sobrios y encendidos


Me dices que qué bebo?
Te bebo a ti, mujer.
porque en su sangre está el calor
en su boca la tuya
y su cuerpo lo inclino cada vez que quiero
llegar al fondo de tí para absorberte
y darme cuenta que en fín es lo mismo
mujeres y vino, vino y mujeres-

Ardiente su sangre, silente y dispuesto
envolvente, dulce, natural, sediento
de bocas o besos que inspiran versos
más nunca, te digo, sabrán comprenderlos
vertirlos en la sangre que los vio nacer
amarlos como a si, como a quien bebe de tí,
a mí, a el cuerpo en que vivo
la sangre de la que me nutro, esa que te dá la vida.
Y hoy tambien, trasegar
hasta que la sangre mia no sea diferenta a la de las uvas
tan pura y podrida como la tuya.

2 comentarios:

Caleidoscopio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
La mujer dijo...

toma de mí todo... bébetelo bien!