domingo, 17 de febrero de 2008

Quietud

Algo está naciendo, ya esos ojos sienten el peso ya su cabeza el inquieto inverso
ya su pecho espera ya sigue esperando encontrar la receta para desnudar humanos
y no son sus ropas quiero ver sus palabras escritas en reversa, tatuadas
en su maldad interna, díme cielo si podremos ver esa grandeza
que no es más que el sentimiento que no viene en palitos ni botellas
dime cuando correrá el humo fuera de sus venas cuando perderá el curso
la inefable corriente de maleza, diles que no son adictos porque pierden el control
que es su estulticia lo que lleva al error, necedad de negar el principio
ufanarse de sus tristes méritos y sinembargo reir entre corrientes de vino
combinando el camino borrozo en su ombligo, confundiendo, escondiendo
si hay un dios ¡Que libere sus vestigios! solo asi podrá el aire ser respirable
solo asi descubrirás el perfume del mundo.


-siento perder la cabeza en momentos donde se acerca a una verdad, es quizá esta mi naturaleza, una pena no entender la voz de la noche que hoy las ideas hubo de iluminar, ya pasará otra estación, otro sentimiento, otro movimiento en el reloj, por ahora una idea suelta que quizas algún alma curiosa sepa interpretar o sólo vómito y sentimiento, a más no se peude aspirar-

Respiro de palabras (aliento de viento)

Porque aún sube la sangre herviente hasta las cienes, revolcándose nerviosa con esa velocidad que duele, dueles en él cuando enfria mis palabras esas que osas escuchar y que aún no les cojo la pata, para que apoco te escapes como lo hace el vicio de mi cuerpo y contigo secuestrar la luna que me quita el sueño.

déjame sólo en medio de la gente, yo seguiré fumando de tu voz para aderezar los maltrechos callejones que se cuecen -en mi interior- dónde la lluvia es sangre que huele a tu veneno, jauría de víboras fervientes dispuestas a perseguir hasta el acoso a mis anhelos...aún leo en tus palabras y puedo recuperar esa llama, el recuerdo de lo que quiero pues son antídoto efectivo contra este demonio que llevo dentro.

Mareo, los bufones de la torpeza danzan en mis adentros, cómo se mofan de las palabras, cómo las cuecen al techo, mis sueños son pocos y quiero sentir la furia del tambor, el latir de su existir, el llanto de la vanidosa guitarra que me hace partir, las otras voces que no son la suya y juegan a hacer sentir, recorrer mi piel como si fuera ella, acabar en el suelo fuera de mí.

Ahora calla, déjame sentir, deja que el mundo se silencie y se olvide de tí, no quiero poseer nada más que los atardeceres entre tus pupilas o el alba reflejada en las mias al desprender tu sonrisa.
no quiero dedicar palabras solo quisiera poder desatarlas de la nube de humo en la que se envuelven cuando ella abre el pecho y susurra al viento lo que siente.

Salta, al vacio para llegar al cielo, sube, hasta la profundidad del mar, ahi donde quiero oirte, ahi donde quiero verte cuando voltees el mundo para mirarlo sonriente.

sábado, 9 de febrero de 2008

El cielo también se enamora

Se emborracha de ausencia
y el tiempo pasa la botella
el clima en la esquina agonizando
llora a gotas un amor
que de belleza se ha embrigado
el sol entra en extasis
abrazado de la luna a su lado
Grita el día y sube a la cima
allí lo espera su lira virgen
fumando la niebla
cerrando los ojos
de las ajenas estrellas
que danzan en armonía
delirante vacio el qúe la música ha traido
y Tú como siempre poniendo un punto seguido
El silencio pasea inadvertido
y advierte cada movimiento, cada gesto
de cada corazón en cada rio de alcohol
que se derrama en las paredes oscuras
donde se encuentran las nubes
que no son más que el humo del cigarrito
de uno que otro músico o poeta
perdido en un viaje sin destino
Y entra el olvido a la sala
con diez botellas de vino
que vino el camino?
que canten los grillos!

Qué trajín de porvenires, vomita el cielo las cabezas, de tedio y embriaguez, asi nace el alba que se dibuja al partir la noche de la redada y asi, entre desmayos y borracheras aparece el sol rojo y enfermo asomándose en el horizonte, recuesta su quijada justo en la orillita de la mar y se levanta alto, fuerte y orgulloso para demostarle a su amada que aún mantiene prendida la esperanza de verla en algún rincón de alguna noche y abrazarla para beber de su cuello cuando se prende a él.

Convino, el dolor
Convivo, soledad
Combino, la ilusión
Camino, con su voz.











"me bebí la razón, me fumé el corazón"

domingo, 3 de febrero de 2008

Fragmentos de esto.

Las feroces voces que llaman
en el espeso espacio de silencio
cubren la vida que aclama
su momento de receso.
Cada día es otra vida, otra muerte
donde danzan sigilosas las preguntas y las decisiones
el sol y la luna, las grandes cámaras vigilantes
aguardan silenciosos su momento de aparecer
abajo todo es tan fragil, tan pequeño,
tantas nimiedades y velocidad, tantos cuerpos caminantes buscando una vida,
la lucha de las semillas por tratar de florecer.
Y los espejos vigilantes de la vida que se encuentran en el agua
sólo nos recuerdan que alli se refleja el alba
que si no miras hacía arriba te sientes más grande.
En algún otro lugar, los cuerpos tambien socavan
y en el suelo otra vida rehuzada muerta en el tiempo o en el alma.
Y en la oscuridad de sus guaridas
inmersos bajo el grueso manto que los oculta
yacen los cuerpos mansos aislados de la primavera.
El cielo toca la música que retumba en las cabezas
un hombre cava una tumba por desconocer a su amada
La naturaleza, olvidada, pisoteada
verdadera musa de las almas, rechazada detrás de el cemento
que los hombres le han puesto a sus fábricas
detrás de los ladrillos de sus fortalezas malsanas.
Y ya no son sus materiales sino una insana vida desconectada
detrás de las pantallas que consumen nuestras ideas
que comen las semillas con la ira de la pereza
y asi pasan los días, una parte pequeña
de la absurda vida de un auténtico desagradecido,
clonado y regado por todo el mundo a merced de su decadencia.


Y al fín, sólo estás tú y tu mierda.

(sigo intentando describir esto qué...y cada vez que lo intente aocntinuación lo negaré con todas mis fuerzas y seguiré intentando luchar contra los demonios que nublan mi cabeza)