martes, 30 de junio de 2009

Un 21 de Febrero escribí que fui. (Personas y pensamientos, segundos)

Comiéronme las gotas,
cada gota de cada charco que piso
para luego devorarme las rocas
y los trémulos llantos del vicio.

He dejado de mi intelecto pedazos
regados en algunos vasos,
ni baldíos ni necesarios,
desadaptados versos inmediatos.

Voy a escribirle un código al amor
un código sin palabras
versos en imagen, calor
páginas de olores teñidas
y en sus carnes, ceñidas
dos bocas, deseo y una canción.

Cosiéronme un cuerpo al alma
y desde entonces no he podido volar.

Puedo sentir los cuerpos, puedo mi piel rasgar
pero no puedo encarnar al verso ni a la luna tocar.

Vengo con el corazón empolvado de suelo
y la ilusión desnuda sobre las nubes.

Vengo con un puño cerrado en el pecho
con dedos húmedos que apenas se escurren.

Me muero a la noche y entonces recuerdo
veo en lo negro miedos y deseos
me nubla la inconsciencia, no duermo, sueño
aún cuando estoy despierto.

Con cada sol nazco, vengo a la vida
invoco rastros, rostros, restos y voces
mismos humanos, muchos tranvías
miro sus caras y no veo muchas veces
cosas en potencia de ser se sienten
pero no logro concretar la salida.

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