Voy a escribirle palabras en el cuerpo
para que se fundan en su miel y sean verso
Voy a aprender a alimentarme de ausencia
para que al llegar, de hambre no me pierda
Voy a guardar sus palabras para cuando la música se acabe.
(y hacerme un cielo con su sonrisa en clave)
Si pudiera teñir las calles con el aire que exhala
Bañar con su sudor los dias que se apagan
Mis ojos no tendrian más rojo que el del amor
(o el odio)
Y mis pasos con la sola voluntad de andar
Para encontrármela en cada presente
En cada esquina o lugar indecente
Con la sonrisa de siempre para nunca perderme
(en otra cosa que no sea el mar, su mar)
Quiero creerle cada gesto, soñarla así Por Ahora.
Por Ahora el momento y las letras.
Por Ahora esto y el silencio.
"Existe, de hecho, jueces, una ley no escrita, sino innata, la cual no hemos aprendido, heredado, leido, sino que de la misma naturaleza la hemos agarrado, exprimido, apurado. Ley para la que no hemos sido educados, sino hechos; y en la que no hemos sido instruidos, sino empapados" CICERO
lunes, 23 de febrero de 2009
lunes, 9 de febrero de 2009
Esto y lo anterior es una palabra.
Vengan las palabras que tengo historias, cuentos, tristezas, blasfemias y rosas.
Vengo de la noche sin luna, donde los soles me vieron llorar canciones.
Tengo en mi puerta una voz amarga, aliento de palabras contaminadas.
Tengan ustedes, quiméricos lectores, este vicio en que revuelvo corazones.
Quiero aspirar al encuentro furtivo
con algún ser humano de lumen teñido
encontrarme en las calles a algún ser henchido
de anhelos y cantos que estallen oidos.
Voy a pisar mis pasos perdidos
para ver si me encuentro la sombra de un niño,
que sepa las cosas que aún nadie ha escrito
y hable a las hojas, al perro y al grillo.
Mientrastanto me escondo
en el rescoldo de sueños prendidos
esperando que pase el viento enloquecido
a recoger las cenizas
-de todo lo que no he sido-
Que lleve lejos mi alma confusa
y la alimente de versos y musas
noches de espera por soles,
amaneceres frios de amores,
una palabra,
.
Vengo de la noche sin luna, donde los soles me vieron llorar canciones.
Tengo en mi puerta una voz amarga, aliento de palabras contaminadas.
Tengan ustedes, quiméricos lectores, este vicio en que revuelvo corazones.
Quiero aspirar al encuentro furtivo
con algún ser humano de lumen teñido
encontrarme en las calles a algún ser henchido
de anhelos y cantos que estallen oidos.
Voy a pisar mis pasos perdidos
para ver si me encuentro la sombra de un niño,
que sepa las cosas que aún nadie ha escrito
y hable a las hojas, al perro y al grillo.
Mientrastanto me escondo
en el rescoldo de sueños prendidos
esperando que pase el viento enloquecido
a recoger las cenizas
-de todo lo que no he sido-
Que lleve lejos mi alma confusa
y la alimente de versos y musas
noches de espera por soles,
amaneceres frios de amores,
una palabra,
.
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